Y fue en ese instante en que les dije que había que estar alerta, que quizá tendríamos que irnos a la Luna para resistir esa hecatombe, y que aunque ellos no lo sabían, yo ya había empezado a prepararme, pues este reloj que tengo acá, les dije mientras alcé mi brazo izquierdo, este reloj es el único que permite ver la hora en la Luna, el único que ayudará a no desorientarnos, éste, el Omega Speedmaster Professional, el mismo que usaron los astronautas del Apolo 11, cuando ese 20 de julio de 1969 pisaron, por primera vez en la historia de la humanidad, la superficie de la Luna.

Del cuento Omega de Diego Zúñiga


Ver también:
[Hernán Vanoli] [Federico Guzmán Rubio] [Javier González]